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La liberación del precio las gasolinas, que comenzará gradualmente el 1 de enero de 2017 mantiene a muchos con desasosiego por la incertidumbre sobre qué tanto cambiarán los precios, una incertidumbre que se espera que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ayude a desvanecer con la publicación del calendario de liberalización, en el que se determinará exactamente cómo se dará este proceso y en qué fechas

Conforme se acaba el año se acerca la fecha histórica en que los precios de los combustibles en México dejarán de estar controlados por el Estado, una medida que si bien ya establecía la Reforma Energética, el gobierno determinó adelantarla un año completo dada la complejidad económica que enfrenta el país.

En entrevista con EconomíaHoy.mx, el director de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), José Carlos Femat Romero, señaló que una vez que se despejen las dudas sobre el calendario de liberalización, el siguiente motivo de preocupación para los empresarios gasolineros es cómo se resolverá el tema de la logística, almacenamiento y distribución de los combustibles, que también estará abierto a la participación del sector privado, pero sobre el que no hay todavía muchos detalles, aunque la CRE ya adelantó que Pemex podrá a disposición de cualquier interesado la capacidad disponible en el sistema de almacenamiento y transporte de la empresa productiva del estado para que lo utilice por un periodo determinado de tiempo.

Concretamente, en la franja fronteriza se dispondrá de 267 mil barriles al día en los sistemas de transporte por ductos y cerca de 959 mil barriles de capacidad en los sistemas de almacenamiento.

Se espera que la CRE determine tres rondas de liberalización que comenzarán por Baja California y Sonora, luego se extenderá a toda la zona fronteriza del norte del país, y en un tercer momento, se generalicen los precios libres.

Tanto la Comisión como la Secretaría de Hacienda deben precisar cuál será la fórmula para establecer los precios en las regiones en las que todavía no se dé la liberalización.

Determinar cuáles serán los precios de los combustibles a partir de enero es, en opinión de Femat, "muy difícil", ya que éstos dependerán del tipo de cambio, el precio de referencia en Estados Unidos, así como de los costos de la logística para la distribución de los mismos.

Si bien se ha manejado un posible aumento de un 15%, que llevaría el costo de la gasolina Magna a más de 16 pesos y a la Premium a más de 17 pesos por litro, el directivo asegura que "sería irresponsable hablar de un precio exacto. Eso sí, la reforma no está hecha para bajar los precios de los combustibles", dijo Femat.

"Está hecha para atraer inversiones, para incentivar la construcción de ductos, refinerías y que a mediano plazo sí tengamos mejores condiciones y un mercado robusto", añadió.

Femat explicó que el gobierno seguirá cobrando mediante los combustibles tanto IVA como IEPS, que en suma constituyen entre un 40 y un 43% del costo por litro del combustible, y se trata de un gravamen que por lo menos en 2017 no tendrá cambios sobre el actual: 4 pesos por litro, como se estableció en el Presupuesto de Ingresos para 2017.

No obstante, el IEPS pasará a tener un "efecto recaudatorio completo" que antes no tenía. En el periodo intermedio entre el sistema de precios controlados y la liberalización completa, que ha transcurrido durante 2016, los precios pueden oscilar, pero sólo dentro de un margen del 3% al alza o a la baja, un límite que provoca que el Estado no cobre los cuatro pesos completos aunque haya aumentos en los precios de referencia. Al eliminarse este límite, será posible recaudar este impuesto en su totalidad.

Hay factores que ya indican que los precios libres no serán más bajos: que el dólar no ha dado tregua al peso y que se prevé un acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir la producción de crudo que incremente los precios del hidrocarburo el año que viene. De acuerdo con Femat, esta circunstancia coloca a México en una "ironía del sistema", pues si bien se trata de un país petrolero que se beneficia de precios internacionales más altos, "es un hecho que la mitad de los combustibles son importados", y por ende, un dólar más caro mayores precios del crudo afectan al bolsillo de los consumidores.

Pese a que la demanda por combustibles "es elástica", Femat espera una "marginal" afectación en las ventas de combustibles en los primeros meses posteriores a la liberalización de los precios. Aunque finalmente, asegura, el mercado "se ajustará" al cambio.

La noticia "La Reforma Energética no está hecha para bajar los precios de combustibles" fue publicada originalmente en Energía Hoy