Los usuarios tendrán que ver los mismos cuatro emojis para comprobar que no hay ninguna interferencia de un tercero en la llamada
Las aplicaciones de mensajería fueron de las primeras en ganar popularidad entre las personas que usan smartphones desde que surgieron como una alternativa de comunicación hace casi una década, lo que a su vez derivó en una gran rivalidad por ganar la preferencia de los usuarios. Telegram es uno de los mensajeros que han ganado popularidad en los últimos años, ahora intenta acercarse a sus competidores al incorporar las llamadas por voz a sus servicios. Su diferenciador; es que están totalmente cifradas.
El cifrado de los mensajes se basa en que la aplicación dota de mayor seguridad a las llamadas, mediante un método de codificación de emojis. A pesar de que pueda sonar complicado, de acuerdo con la compañía rusa es muy simple, ya que ambos usuarios deben ver los mismos cuatro emojis al momento de recibir o intentar establecer una llamada, así se garantiza que no hay ninguna interferencia de un tercero.
La nueva función llega con una actualización de Telegram (la 3.18, tanto para iOS como Android), pero de momento sólo estará disponible en algunos países de Europa, aunque se espera que la extiendan al resto de usuarios que comparten la aplicación en otras regiones.Si bien, su función de llamadas llega dos años después que lo hizo WhatsApp, e incluso más tarde que Facebook Messenger (ambas de Facebook) y Line, el objetivo de Telegrama es llegar a más usuarios y, esta es una forma de mantenerse en vigente en la carrera.
Cabe destacar que la aplicación rusa ha sido innovadora en su campo, pues lanzó primero la opción de deshacer el envío de mensajes. Telegram actualmente cuenta con una base de usuarios de más de 100 millones de cuentas, aún lejos de las líderes del sector como WhatsApp y Facebook Messenger, ambas con más de mil millones, WeChat (846) e incluso LINE (217), de acuerdo con datos de Statista.
La noticia "Telegram también permite llamadas por voz, pero con seguridad de emojis" fue publicada originalmente en Revista Merca2.0.