El fraude es un fenómeno que existe en la mayoría de las empresas de México y el mundo, cuyos costos son representativos para las organizaciones. En la mayoría de los casos se trata de combatir al fraude de una forma reactiva en lugar de establecer los mecanismos adecuados para prevenir este ilícito.
Los especialistas en De la Paz, Costemalle - DFK mencionan que según el artículo 250 del código penal “Comete el delito de fraude el que, engañando a alguno o aprovechándose del error en que éste se halle, se haga ilícitamente de una cosa, o alcance un lucro o beneficio indebido, para sí o para otro”.
Las principales fuentes de detección inicial de fraude:
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43% Reporte de empleados o terceros.
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15% Revisiones de la administración.
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15% Auditoría interna.
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5% por accidente.
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4%Reconciliación de la cuenta.
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3% Revisión de documentos.
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2% Vigilancia / seguimiento.
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2% Notificación por la policía.
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1% Confesión.
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.8% Control de TI.
Existen registros que indican que los defraudadores son en su mayoría personas con edades laboralmente activas:
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Entre 36 y 45 años están un 37%
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Entre 26 y 35 años están un 26%
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Entre 246 y 55 años están un 22%
Los expertos en De la Paz Costemalle – DFK concuerdan con ACFE 2020 Report to the Nation que 46% las empresas entre 1 y 5 años de antigüedad son las más vulnerables para los fraudes. Lamentablemente México ocupa el lugar 130 de 180 países en el indica de percepción de corrupción.
En cuanto a los fraudes empresariales se tiene la percepción errónea de que quien debe combatir el fraude en las empresas es la autoridad gubernamental, sin embargo, en De la Paz, Costemalle DFK afirman los expertos que es la administración de cada empresa la responsable.
Los especialistas en De la Paz, Costemalle DFK comentan que los tipos de fraude que más se ve en las empresas son:
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Malversación de estados financieros y reporte.
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Malversación de activos.
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Corrupción (mordidas gratificaciones, extorsión y conflictos).
Dentro de estos los fraudes más comunes que se presentan son:
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Alteración en ingresos.
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Disposición de efectivo.
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Sustracción de inventarios.
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Disposición de bienes que le son asignados para su uso.
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Utilización de tarjetas de crédito para pago de gastos personales y reembolso de gastos ajenos a la empresa.
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Venta de información confidencial
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Contubernio con clientes/proveedores/terceros recibiendo beneficios en efectivo o especie.
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Otorgamiento de bonificaciones y descuentos a clientes o deudores.
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Estados financieros alterados, incompletos o con transacciones que corresponden a otros períodos. Transferencias electrónicas.
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Falsificación de firmas en cheques.
Los fraudes sean cual sean representa una afectación para las empresas, contar con un aliado experto como De la Paz, Costemalle DFK resulta la mejor opción para evitar este tipo de malas prácticas en las organizaciones y que crezcan como líderes dentro de su sector.
