Durante la semana de Art Basel en Miami, una de las ferias de arte más importantes del mundo, se hablaba de blockchain y NFT por las cuatro esquinas, en parte, gracias a que Mike Winkelmann, el artista digital conocido como Beeple vendió en marzo un NFT (o tokens no fungibles, que son archivos únicos que viven en una blockchain y pueden verificar la propiedad de una obra de arte digital).Durante la semana de Art Basel en Miami, una de las ferias de arte más importantes del mundo, se hablaba de blockchain y NFT por las cuatro esquinas, en parte, gracias a que Mike Winkelmann, el artista digital conocido como Beeple vendió en marzo un NFT (o tokens no fungibles, que son archivos únicos que viven en una blockchain y pueden verificar la propiedad de una obra de arte digital).
Y es que blockchain no solamente es una de las palabras de moda entre emprendedores, medios de comunicación y en circuitos empresariales, también es una tecnología que trae una enorme revolución con nuevos modelos descentralizados, tanto de negocios como de gobernanza. No es una evolución fácil, ya que es una tecnología aún ‘marciana’ para muchas personas.
Los primeros interesados en esta innovación fueron los bancos, quienes han tratado de incluir blockchain a sus tradicionales modelos centralizados, pero pocos, muy pocos han podido sacar a la luz un producto para las ‘masas’, ya que se han topado con la falta de regulación de esta novísima tecnología, o una falta de profundo conocimiento sobre lo que es verdaderamente la descentralización. También las compañías tecnológicas, como no podría ser de otra forma, están innovando con blockchain, de ahí que Twitter haya creado toda un área (Bluesky) para buscar modelos para descentralizar la red social. Incluso hasta equipos de fútbol quieren utilizar esta innovación para generar un mayor ‘engagement’ con sus fans
Sin embargo, las blockchains no son nuevas, esta tecnología vio la luz en 2009 gracias a Bitcoin, la criptodivisa que se hizo realidad junto a su revolucionario ‘libro contable’ digital, que es la cadena de bloque donde cada transacción queda registrada públicamente y no se puede alterar, sólo enmendar. Pero poco más se puede hacer con la blockchain de Bitcoin.
Polkadot será un día lo suficientemente escalable como para manejar un millón de transacciones por segundo utilizando parachains. Para contextualizar, el gigante de la tecnología financiera Visa puede gestionar unas 2.000 transacciones por segundo y PayPal 4.000 transacciones por segundo. Las parachains cuentan con las ventajas de una mayor seguridad, una mayor velocidad en las transacciones y la posibilidad de transferir fácilmente cualquier cosa a cualquier otra parachain de la red.