Un compromiso social y ambiental sostenible debe comenzar de manera voluntaria, tanto al interior como al exterior de una empresa, con el objetivo de lograr a largo plazo que los programas de inversión social generen una relación ética con el medio ambiente y las problemáticas sociales. De tal manera, la razón de ser del negocio se liga íntimamente con un propósito de impactar de forma positiva en la economía, las comunidades y el planeta.
Las corporaciones comprometidas con el Medio Ambiente, la Sociedad y la Gobernanza (ASG) se ven alentadas a generar herramientas con eficiencia que permitan sensibilizar, monitorear y actuar con total transparencia. Para Vesta, este enfoque está presente desde su principal producto, sus naves, las cuales están edificadas con soluciones sostenibles y con medidas eco-eficientes que contribuyen a un mejor desempeño ambiental del inquilino. Asimismo, esta visión forma parte de la estrategia de inversión social de Vesta, la cual se conforma por dos pilares principales: fomento a la educación y al desarrollo comunitario, con un eje transversal de inclusión; dichos proyectos buscan responder a las necesidades que enfrentará el mundo ante los retos del cambio climático, los generados por la pandemia y la situación global actual.
Además, las acciones de Vesta se han convertido en proyectos que intentan fortalecer a la sociedad mediante la incorporación de alianzas estratégicas con diferentes grupos de interés, que permiten potenciar los efectos de las iniciativas, tanto en un número mayor de beneficiados como en la calidad de las mismas, al incrementar el alcance de los proyectos mediante la contribución de diferentes actores que aportan no solo recursos sino también su conocimiento, experiencia y energía.
En lo particular, con Vesta participan fundaciones y otras organizaciones de la sociedad civil que implementan los proyectos en campo, trabajando con total transparencia en el uso de recursos, instituciones académicas que participan con programas de capacitación entre otras acciones, y aliados estratégicos como clientes, autoridades, organismos internacionales y corporativos que donan recursos financieros y en especie.
En 2021, participaron en estas alianzas 22 socios con 15 proyectos en 12 estados donde Vesta está ubicado. Además, se realizaron 11 proyectos adicionales, enfocados en atender las necesidades urgentes surgidas por la pandemia.
Algunos de los proyectos fueron: desarrollo de competencias a partir de una perspectiva interdisciplinaria física-matemática y de comportamiento; facilitar el desarrollo de habilidades para la vida para docentes, padres y madres de familia y niñas y niños; impulsar el talento para la ciencia en niñas, niños y jóvenes; enseñar a inventar, inspirando, motivando y equipando a niñas y jóvenes a identificar los problemas de su comunidad y encontrar soluciones; y programas de empoderamiento económico, entre otros.
De esta forma el futuro de las alianzas resulta en soluciones de financiamientos flexibles, sostenibles y competitivos que trazan un camino firme y orgánico de inversión social con resultados que beneficiaron el año pasado a más de 6,000 personas, número que seguirá incrementándose hacia el futuro próximo, gracias a la colaboración cada vez más creciente entre Vesta y sus aliados.
