A medida que la tecnología blockchain se generaliza, es importante entender cómo puede utilizarse para ayudar a crecer a las economías de los mercados emergentes, que necesitan fuentes de desarrollo tecnológico que les permitan crecer su economía, sobre todo, en un entorno cambiante como el actual, en el que se requieren medidas de seguridad, precisamente como el blockchain, es decir, que garanticen un intercambio comercial monetario eficiente, ágil y conveniente.
Blockchain es una tecnología con bloques de transacciones formados por un grupo muy grande de usuarios. Cada bloque es un espacio donde múltiples participantes que registran información validada, siendo testigos de las transacciones que están pasando de unas manos a otras y no puede ser modificada o actualizada sin el consenso de la mayoría de los participantes. Esta es la característica que la convierte en una base de información digital incorruptible, que nunca podrá borrarse y dejará un rastro digital permanente.
Gracias a esto, ha ido ganando terreno pues es ideal para automatizar operaciones y reducir costos. Si bien su propagación se ha notado principalmente en los sectores productivos y comerciales, las oportunidades para aprovecharla aún son enormes pues su naturaleza genera una alta transparencia que, a su vez, eleva la confianza. Es por lo que los países pueden ser también parte de los beneficiados al implementarla para procesos trascendentales en la vida de una nación.
México es, sin duda, un país maduro para la innovación en blockchain. La economía mexicana ha crecido de forma constante en los últimos años, pero todavía hay desafíos únicos que podrían abordarse con esta tecnología. Uno de estos aspectos es el interés en reducir la corrupción y aumentar la transparencia, aquí blockchain puede hacer la diferencia y evitar el robo de dinero o la realización de otras actividades ilegales.
De acuerdo con el informe ‘Time for trust: the trillion-dolar reasons to rethink blockchain’1, elaborado por PwC, blockchain tiene el potencial de hacer crecer el PIB mundial en 1.76 billones de dólares en 2030 y se espera en que en 2025 pasará por un punto de inflexión a partir del cual se estima que tendrá lugar su utilización a gran escala. En el caso mexicano puede ayudar a ser más eficiente y competitivo, pues puede utilizarse para generar contratos inteligentes que automaticen los procesos empresariales, lo que reduciría ampliamente la burocracia y mejoraría el flujo de bienes y servicios.
En general, blockchain tiene el potencial de revolucionar las economías emergentes provocando un crecimiento más rápido y a futuro más brillantes para sus ciudadanos, lo que es, por decir lo menos, un verdadero cambio de juego, que los catapulte en la economía global. En conclusión, blockchain es una verdadera revolución que se encuentra a las puertas de los países emergentes y que requiere de un esfuerzo conjunto para ser aprovechada al máximo, dando a los ciudadanos todas las ventajas del mundo digital, con total transparencia, tranquilidad y todo el potencial de crecimiento.
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Por Alejandro Rodriguez director de blockchain en DICIO