Los empleos cambian al ritmo del desarrollo tecnológico que se vive, por lo que es indispensable renovar las habilidades técnicas profesionales y personales para obtener el trabajo deseado, una mejor posición o buscar nuevos escenarios en otros giros o industrias.
En esta época, la formación continua debe ser una prioridad para los profesionistas o recién egresados de las universidades. Aunque para obtener un primer empleo se requieren competencias específicas, al pasar los primeros años y luego 10 o 15 en un proceso profesional, se van a requerir nuevas habilidades técnicas y por ello, el proceso de transformación personal y profesional debe ser constante.
"Es contradictorio que, en México, el desempleo aumenta pero las empresas no logran llenar las vacantes con las habilidades especializadas y el talento requerido, por ejemplo, esto ocurre en toda la industria de clústeres de tecnología que tiene en el país".
"Para el 2025, el 50% de las personas que ahora trabajan, van a necesitar nuevas habilidades, además de las que tienen ahora. Se va a requerir aprender, reaprender o desaprender por el resto de los días. A esta tendencia se le llama Life Long Learning o aprendedor para toda la vida", detalló Juan Arenas, Vicerrector de Educación Abierta en Universidad Tecmilenio durante su participación en Talent Land 2022
El especialista, quien también es director del Centro de Desarrollo de Competencias de dicha Universidad, señaló que hay una tendencia creciente de los empleadores de darles mayor relevancia a las microcredenciales, que son todos esos proceso alternos de capacitación complementarios a los grados universitarios.
Además del interés de obtener un grado universitario o de posgrado, hay cada vez una mayor necesidad de obtener microcredenciales de actualidad, que se cursan en programas cortos y dan una oportunidad a las personas para formarse y terminar de desarrollar sus habilidades en el empleo que tienen o el que quieren alcanzar.
En el Centro de Desarrollo de Competencias de Tecmilenio existen alrededor de 900 programas que ayudan en la formación y desarrollo de competencias de las personas y las empresas, apuntó.
Arenas Ruiz enfatizó que además de las competencias básicas, como la buena comunicación en español, en inglés u otros idiomas, también hay otras que deben cultivarse como la toma de decisiones , el trabajo colaborativo o el liderazgo aplicado a una actividad que requiramos, por mencionar algunas, sin dejar atrás las habilidades llamadas soft o blandas, "que en Tecmilenio se le llaman habilidades de bienestar porque finalmente es lo que ayuda a la persona a sentirse mejor, más satisfecho y esto ayuda en temas como resiliencia que aportan al bienestar físico y emocional a lo largo de la vida".