En este contexto, Tetetlán no sólo ha logrado superar y sobrevivir a esta situación, sino que, hoy, a sus cinco años, refuerza su compromiso con la cultura, con la comunidad y sus colaboradores, con su ciudad y con la sostenibilidad.
Tetetlán: un espacio dedicado a la sostenibilidad
En la actualidad, son pocos los establecimientos gastronómicos en México que ofrecen un punto de encuentro de la forma en que Tetetlán se esfuerza por hacerlo. El nombre proviene de su propia sede, haciendo referencia al primer nombre que se ha conocido del área en que se ubica y que significa "lugar entre muchas piedras" en nahuatl.
Desde sus comienzos, Tetetlán ha buscado ser un espacio dedicado a la sostenibilidad en todo sentido. La sostenibilidad del medio ambiente, de la cultura y la sostenibilidad económica y física. Así, diseñado y construido por el arquitecto Luis Barragán, Tetetlán se ha constituido como un lugar agradable de ambiente familiar y cultural, con altos estándares de comida orgánica y dedicado a la promoción de la cultura y las prácticas sustentables dentro de sus paredes.
Dentro de sus puntos destacados, las personas que llegan a Tetetlán hacen referencia a su barra de café con los mejores granos y tés de México y del mundo, a su tienda de barrio con productos típicamente mexicanos que permiten la llegada de las personas a lo más profundo de la cultura del país, como así también con productos emblemáticos hechos a mano de otras partes del mundo, y, además, un centro de conciencia corporal en el que se llevan a cabo prácticas integrales de Yoga y de filosofía de vida. Esto, en el marco de una bella arquitectura sustentable diseñada para consumir la menor energía eléctrica posible.
De la mano de lo mencionado anteriormente, Tetetlán es un espacio que no emplea aires acondicionados ni congeladores, por lo que no utiliza grandes cantidades de energía. Pero, además, esto le permite apostar todo el tiempo a ofrecer comida fresca y calidad en los ingredientes, utilizando solamente aquellos que son recién obtenidos.
Una apuesta por la cultura y la comunidad
De acuerdo a Tetetlán, su existencia no podría darse de otro modo que a través de la sostenibilidad y con fuertes raíces en la comunidad. Es esto, también, lo que lleva a que el centro de sus acciones se base en la cultura.
Para lograr esto, Tetetlán pone a disposición del público en general una importante biblioteca pública dedicada a la cultura, el arte y la arquitectura. Se trata de la biblioteca pública de arte más grande de la ciudad, contando hoy con cerca de 20.000 volúmenes. Además, cuenta con una fonoteca con cerca de 10.000 vinilos entre los que destaca la colección de jazz de Eugenio Toussaint, recién donada por su famila a Fundación Cultural Tetetlan; cuenta también con el Centro de Documentación más grande de la ciudad desarrollado en torno al arquitecto Luis Barragán y su principal obra, El Pedregal de San Ángel.
Es de esta manera y con esta profunda decisión que Tetetlán se ha ido convirtiendo en lo que es hoy: un espacio gastronómico y de conexión con el cuerpo y la sostenibilidad que es, además, una gran galería de arte en cada uno de sus rincones. En este espacio se exponen obras de vecinos artistas afincados en el Pedregal, obra de los grandes creadores en torno al Pedregal de San Ángel, tales como Barragán pero también Chucho Reyes y Mathias Goeritz, entre otros. Y, a su vez, se exponen obras dedicadas a la historia de México.
En este último caso, cabe destacar que, por ejemplo, durante septiembre y octubre, Tetetlán celebrará el mes patrio llevando a cabo la más grande exposición que se haya realizado en torno al afamado Archivo Casasola.
Finalmente, cabe destacar que, hoy, Tetetlán ofrece 108 empleos directos, a la vez que representa una red de más de 47 artesanos de México y de distintas partes del mundo. Incluye a 71 productores orgánicos y a más de 200 maestros y practicantes de Yoga. Todo, como parte de la Fundación Cultural Tetetlán, AC, organismo sin fines de lucro.