En muchas partes del mundo emergente, el porcentaje de población no bancarizada o marginada constituye la mayoría. En México, se estima que esta cifra ronda sobre el 60% de la población. Para este segmento, los sistemas de calificación financiera y crediticia tradicionales, no solo no funcionan sino que perpetúan el ciclo de exclusión e informalidad financiera.
Para consumidores de bajos ingresos, la exclusión de las herramientas financieras formales y la dependencia del efectivo para realizar y recibir pagos impiden la construcción de un historial financiero rastreable. Entonces, aunque los consumidores tengan un ingreso confiable y un historial sólido de pagos a tiempo por servicios, vivienda y productos, carecen de un historial rastreable asociado con este buen comportamiento financiero.
Por lo anterior, no es una exageración afirmar que la dependencia del efectivo crea un círculo vicioso en el que los no-bancarizados no pueden obtener crédito debido a que no tienen historial crediticio, mientras que no se puede crear un historial crediticio sin tener crédito. Tampoco es posible ignorar, el nivel de estrés financiero, la falta de movilidad social y económica y los conflictos familiares que se derivan de dicho círculo vicioso.
La buena noticia es que la tecnología jugará en favor de la inclusión. Los altos niveles de penetración de teléfonos inteligentes, la evolución de conocimientos tecnológicos entre consumidores en todos los niveles y edades y la nueva tecnología financiera, tienen el potencial de acabar con este legado.
Los equipos de ingeniería y de productos que diseñan soluciones con una perspectiva inclusiva, priorizan lo digital y son clave para apoyar a los consumidores a evolucionar de la dependencia del efectivo hacia herramientas digitales. De hecho, la fundadora de Tala, Shivani Siroya, basó su prueba de concepto inicial sobre este hecho.
Siroya pronosticó que la ubicuidad de teléfonos inteligentes, aun entre personas no-bancarizadas o sub-bancarizadas, vislumbraba la posibilidad de ofrecer una puerta de entrada a las finanzas digitales. Con esta perspectiva visionaria, hoy Tala, se ha consolidado como una solución que atiende a más de siete millones de personas en cuatro continentes.
Garantizar que los clientes estén bien atendidos por la evolución del efectivo a las finanzas digitales requiere disciplina, flexibilidad y educación financiera.
La disciplina en los préstamos significa que los clientes de Tala solo reciben lo que pueden pagar cómodamente. La flexibilidad proviene de permitir que los clientes elijan sus fechas de pago de acuerdo con sus patrones de ingreso. Finalmente, y lo más importante, la educación financiera está integrada en cada paso del viaje del cliente para garantizar que estén informados sobre las buenas prácticas financieras, la elaboración de presupuestos y la protección de sus datos personales.
Tala se fundó con la creencia de que todos merecen acceso, protección y control sobre sus vidas financieras y se compromete a fomentar el acceso a través de las herramientas y el conocimiento que las personas necesitan para generar estabilidad financiera y buscar oportunidades para alcanzar el bienestar. Y una década más tarde, con millones de clientes atendidos, tanto creencias y compromisos solo se han fortalecido.
Acerca de Tala
Tala es una empresa de tecnología móvil y ciencia de datos que se orienta a los servicios financieros para personas que carecen de historial o puntaje crediticio para acceder a servicios financieros tradicionales. Más de 5 millones de personas han solicitado préstamos a través de la aplicación para teléfonos inteligentes de Tala.
Tala apoya la inclusión financiera aplicando algoritmos e inteligencia artificial, y crea un historial crediticio digital. La compañía ofrece préstamos instantáneos a través de una aplicación móvil donde ocurre todo el proceso, desde la solicitud del préstamo hasta la liberación de fondos y el seguimiento del estado. Tala se fundó el 1 de octubre de 2011, y tiene su sede en Santa Mónica, con oficinas adicionales en Kenia, Filipinas, India y México.