En las últimas décadas, el papel de la mujer en el mundo empresarial ha experimentado una transformación significativa, pasando de ser relegada a roles tradicionalmente asignados a ellas, a ocupar posiciones de liderazgo y responsabilidad en diversas industrias.
Este cambio ha sido impulsado por una combinación de factores sociales, culturales y económicos, y ha demostrado ser beneficioso no solo para las mujeres mismas, sino también para las empresas que reconocen y aprovechan el talento y potencial en cargos directivos.
En De la Paz, Costemalle DFK, reconocen el esfuerzo de las mujeres y dentro de la estructura son consideradas fundamentales para el desarrollo y crecimiento del despacho. Teresa Cruz, actualmente es la socia directora en el despacho, siendo la líder que lo posiciona dentro de los mejores de México.
Históricamente, las mujeres han enfrentado barreras y desafíos para acceder a roles de liderazgo en el mundo empresarial, incluida la discriminación de género, los estereotipos arraigados y la falta de oportunidades de desarrollo profesional.
Sin embargo, en las últimas décadas, se ha producido un cambio gradual pero significativo en la mentalidad empresarial, que reconoce el valor y la contribución única que las mujeres pueden aportar a las organizaciones.
Según el Banco Mundial, la igualdad de género en el empleo podría aumentar el PIB mundial en un 26% para 2025. Lamentablemente, México se encuentra en las últimas posiciones entre los países con más mujeres en los consejos de administración (9.7% frente al 43.2% de Francia).
En De la Paz, Costemalle DFK saben que una de las principales formas en que las mujeres han beneficiado a las empresas al ocupar cargos directivos es a través de la diversidad de pensamiento y experiencia que aportan. Las mujeres tienden a tener diferentes perspectivas, habilidades y enfoques de liderazgo que pueden complementar y enriquecer el ambiente empresarial.
La diversidad de género en los equipos directivos ha demostrado ser una ventaja competitiva, ya que promueve la innovación, la creatividad y la toma de decisiones más sólidas.
Además, las mujeres suelen poseer habilidades interpersonales y de comunicación excepcionales, lo que les permite liderar equipos de manera efectiva, fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y motivar a los empleados hacia el logro de los objetivos organizacionales.
Los especialistas en de la Paz, Costemalle DFK saben que la capacidad para entender y abordar las necesidades de los empleados y los clientes puede contribuir al desarrollo de estrategias empresariales más centradas en el cliente y orientadas al bienestar del equipo esta característica se resalta en el género femenino.
Asimismo, la presencia de mujeres en cargos directivos puede tener un impacto positivo en la cultura organizacional, promoviendo la equidad de género, el respeto mutuo y la igualdad de oportunidades dentro de la empresa.
Esto no solo beneficia a las mujeres empleadas, sino que también mejora la reputación y la imagen de la empresa en el mercado, lo que puede atraer y retener talento diverso y atraer a clientes que valoran la inclusión y la responsabilidad social corporativa.
Numerosos estudios y análisis han respaldado estos beneficios, demostrando que las empresas con una mayor representación de mujeres en posiciones de liderazgo tienden a superar a sus competidores en términos de rentabilidad, innovación y sostenibilidad a largo plazo.
Por lo tanto, promover la diversidad de género en todos los niveles de la organización no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia empresarial inteligente que puede impulsar el éxito y el crecimiento empresarial en el siglo XXI.