El concepto de hiperautomatización va más allá de la idea de mecanizar las tareas manuales repetitivas, sino que refiere a la automatización de cada uno de los procesos empresariales utilizando tecnologías avanzadas, como los motores de decisiones, por ejemplo, que permiten implementar modelos de Inteligencia Artificial, Machine Learning y Automatización Robótica de Procesos (RPA, Robotic Process Automation) de una forma muy simple, y con ello impulsar la transformación tecnológica al eliminar la intervención humana en los procesos de bajo valor, y al mismo tiempo proporcionar datos que brindan un nivel de inteligencia empresarial que antes no estaba disponible.
En el campo de la evaluación de solicitudes de crédito, esta tendencia hacia la hiperautomatización combina la capacidad de implementar políticas de riesgos sin necesidad de conocimientos de programación, y con la capacidad escalable de la IA para agilizar y mejorar la precisión en el otorgamiento de productos financieros, además de que permite a las empresas reducir significativamente los tiempos de respuesta, aumentar la calidad de las decisiones tomadas y minimizar el riesgo de incumplimiento de pago.
En este marco, los motores de decisiones ofrecen funcionalidades que integran diversas fuentes de datos y utilizan algoritmos avanzados. Además, son capaces de analizar grandes volúmenes de información en tiempo real y generar recomendaciones basadas en patrones predictivos.
"En un mundo cada vez más digitalizado y competitivo, la hiperautomatización se convierte en un aliado estratégico para las empresas que buscan optimizar y automatizar sus operaciones para superar sus objetivos de negocio. Nuestros clientes hoy cuentan con las herramientas de automatización necesarias para alcanzar el siguiente nivel en la toma de decisiones crediticias", señaló Santiago Etchegoyen, CTO y cofundador de uFlow.
La hiperautomatización en los procesos de evaluación crediticia también brinda a las empresas la posibilidad de personalizar sus ofertas de productos financieros según la evaluación automatizada de cada solicitante, teniendo en cuenta sus particularidades y necesidades específicas. De esta manera, se mejora la experiencia del cliente, fortaleciendo la relación. A su vez, al eliminar los sesgos subjetivos de aprobación o rechazo, y al conectarse con múltiples fuentes de datos de forma rápida y automatizada, las personas sin historial crediticio formal en bancos, tienen mayor posibilidad de acceder al crédito, habilitando la inclusión y la posterior evolución financiera en sectores históricamente no bancarizados. Todas estas características y beneficios que otorga la tendencia a la hiperautomatización, fomentan el incremento en las ventas a la vez que disminuyen los costos operativos de las organizaciones financieras.