Cepsa, Iberia, Iberia Express, Vueling y BIOCIRC han presentado un informe que propone 16 medidas para impulsar los combustibles sostenibles de aviación (SAF), una alternativa que puede reducir significativamente las emisiones de CO2 en el sector aéreo. El objetivo es posicionar a España como líder europeo en esta tecnología y en turismo sostenible, aprovechando sus condiciones favorables para la producción de SAF. Se estima que esta producción requerirá una inversión de 22,000 millones de euros y generará 270,000 empleos hasta 2050, aportando 13,000 millones al PIB solo en la construcción de plantas, con 42,851 millones más en su operación.
Para asegurar la descarbonización del sector aéreo y la independencia energética, se necesitaría construir 3 plantas de biocombustible HEFA, 5 de combustible sintético y al menos 24 de biocombustibles SAF AtJ y FT. El informe destaca la importancia de ubicar estas plantas cerca de las materias primas, promoviendo el desarrollo económico en áreas rurales. Además, es esencial un marco legal que fomente las inversiones y el desarrollo de tecnologías innovadoras para cumplir los objetivos más allá de 2030.
Marco Sansavini, presidente y CEO de Iberia, subraya la urgencia de una estrategia nacional de SAF, instando al Gobierno y a las administraciones públicas a colaborar. "Es el momento de implementar incentivos, como se hizo con el hidrógeno verde. Esta es una oportunidad perfecta para reindustrializar España, generar empleo y riqueza, y descarbonizar el complicado sector de la aviación".
El informe subraya la imperiosa necesidad de articular acuerdos entre los diversos actores de la cadena de valor y las administraciones públicas para catapultar de manera sostenible la industria de combustibles sostenibles de aviación (SAF). Con medidas como la agilización de permisos y el desarrollo de infraestructuras aeroportuarias, se busca crear un ecosistema propicio para esta innovadora tecnología. Además, se plantea un mecanismo europeo para garantizar la trazabilidad del SAF, fundamental en un sector en constante evolución.
Uno de los principales desafíos radica en el acceso a residuos como materia prima, donde la dispersión y la ausencia de un organismo centralizado complican la gestión. Para superar estas barreras, se sugiere establecer un fondo anual de más de 300 millones de euros, financiado por las subastas de derechos de emisión, a fin de evitar que la implementación de SAF suponga un sobrecoste de 5,045 millones de euros en 2040, recayendo en la aviación y los consumidores.
Además, el informe destaca que los combustibles renovables son esenciales para alcanzar los ambiciosos objetivos del paquete Fit for 55 de la Comisión Europea. Con la vista puesta en un futuro más limpio, es crucial que España no pierda el ritmo frente a países como Alemania y Estados Unidos, que ya están liderando esta carrera hacia la sostenibilidad.