Mientras México vive otra temporada de huracanes de creciente frecuencia e intensidad, así como otros desastres naturales, la industria aseguradora se encuentra en una coyuntura crítica. El cambio climático está impactando a distintos sectores y los eventos relacionados han puesto a la industria contra las cuerdas y a los dueños de propiedades en áreas de alto riesgo, enfrentando primas elevadas para obtener cobertura. Para mitigar la creciente carga financiera, las aseguradoras han recurrido al reaseguro y a la tecnología para gestionar los costos y seguir ofreciendo protección en regiones propensas a desastres.
Tan solo en 2023, más de 93 millones de personas en todo el mundo se vieron afectadas por desastres naturales, lo que subraya el impacto global de los fenómenos meteorológicos. México, que a través de los años ha sido particularmente vulnerable a huracanes, inundaciones y terremotos, no es una excepción. Eventos recientes afectaron a más de un millón de personas, lo que enfatiza aún más la necesidad de soluciones de seguros resilientes El costo económico y humano está aumentando, especialmente en las zonas costeras y de alto riesgo, donde los propietarios de propiedades están viendo aumentar significativamente sus primas de seguro.
El reaseguro se ha convertido en una herramienta vital para ayudar a la industria a gestionar la mayor exposición a estos desastres naturales. Al transferir una parte de su riesgo a compañías de reaseguros globales más grandes, las aseguradoras pueden compartir la responsabilidad financiera de las reclamaciones de alto costo. Esto les permite seguir ofreciendo cobertura a los propietarios en áreas de alto riesgo, sin enfrentar el peso total de las pérdidas potenciales de eventos catastróficos.
"El reaseguro proporciona una red de seguridad necesaria", dijo Erick Michael Hernández, Fundador y Gerente General de PRM Seguros. "Esta solución permite mantener la cobertura para los clientes, incluso en las regiones más propensas a desastres, asegurando que estén protegidos cuando más lo necesitan".
En paralelo al uso del reaseguro, las aseguradoras también invierten en tecnología para predecir, evaluar y responder mejor a los desastres naturales. El análisis predictivo y los datos satelitales se utilizan para modelar el impacto potencial de huracanes, inundaciones e incendios forestales, lo que les permite fijar precios de pólizas con mayor precisión en función del riesgo en tiempo real. Además, las herramientas impulsadas por IA y los drones están revolucionando la forma en que se evalúan los daños, lo que permite un procesamiento más rápido de las reclamaciones después de un desastre.
"La tecnología no es solo una solución para el futuro, ya está marcando la diferencia hoy", continuó Hernández. "Al aprovechar herramientas avanzadas se brindan respuestas más rápidas y precisas, al tiempo que aseguramos seguir siendo competitivos en este entorno desafiante".
A medida que los desastres naturales continúan representando una amenaza importante, la industria de seguros se está adaptando para garantizar que pueda satisfacer las necesidades cambiantes de los propietarios. Si bien los desafíos son inmensos, la adopción del reaseguro y la tecnología por parte de la industria ofrece esperanza para un futuro más resiliente.