En el marco de la celebración a Rockdrigo González, en el Espacio Cultural Metropolitano (METRO), se presentó la obra literaria “Tiempo de híbridos / El sacerdote rupestre”.

Esta edición fue editada por el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA), en coordinación con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), especialmente para esta ocasión.

Con estas acciones el Gobierno de Egidio Torre Cantú rinde un merecido reconocimiento a una gran ícono del rock mexicano, en las principales ciudades de Tamaulipas al conmemorarse este año el trigésimo aniversario del fallecimiento del profeta del nopal.

Libertad García Cabriales, titular del ITCA, expresó dentro de la presentación, un agradecimiento especial a Veva González y Amanda Lalena, por haber sido sido ejes articuladores de éste homenaje.

“Han sido presencias insustituibles, han sido motores para poder contribuir un poquito a reafirmar la memoria de nuestro gran profeta del nopal”, expresó.

Como invitada especial Amanda Lalena (hija del poeta urbano) acudió a la presentación de este libro y dijo, “no tengo palabras para dar las gracias por haberme traído aquí. Definitivamente ha sido el viaje más hermoso que he hecho a Tampico. Ver tantas imágenes en las calles de mi padre, me devuelven la fe a los proyectos culturales apoyados por el Gobierno”.

Amanda forma parte del colectivo literario que dio vida a este trabajo. Su propuesta se titula “El trazo que se desdibuja”. García Carbiales lo describió como, “aparte de ser muy entrañable, es un texto muy inteligente. Nos habla de lo que una hija vive con un padre”, afirmó.

Esta edición doble fue coordinada por Nora de la Cruz quien explicó que el libro está compuesto por una colección de narrativas y testimoniales, que bajo la dirección de la mexiquense agrupa la pluma de seis escritores del país. Estos dan vida a la trascendente carrera que Rockdrigo haría durante los años de 1984 y 1985 en el Distrito Federal.

Mencionó que el formato de éste está construido como un casete, para que tuviera dos lados. Además dijo que, “hemos hecho este libro con todo corazón. Quisimos que se pareciera a las revistas de aquél entonces. Rockdrigo creó el rock mexicano, y lo creó porque era tampiqueño. Si él no hubiese sido tampiqueño, no hubiera sido capaz de tener la visión que tuvo para recrear los paisajes del DF”.

Nora de la Cruz tuvo la facilidad de reunir el trabajo de Alejandro Arteaga, Sylvia Aguilar Zéleny y Jesús Vicente García para conformar “Tiempo de híbridos”. Y los textos de Brenda Ríos, Amanda Lalena y Armando Vega-Gil, para recrear “El sacerdote rupestre”.

“Sus canciones, su poesía y sus escritos permanecen. Su amor por todos fue un eterno instante”, expresó Ulises Brito, periodista y actual director de Radio UAT, durante la presentación de este trabajo colectivo. “Su legado musical está vigente y nos aproxima a partir de esa raíz”.