En el marco de la presentación del Estudio de Movilidad Urbana con Perspectiva de Género, que realizó la titular del Instituto Aguascalentense de las Mujeres, Patricia Ramírez de Lara, destacó que es importante contar con mejores sistemas de desplazamiento dado el grave problema de violencia que se genera hacia las mujeres en el ámbito comunitario; destacó que de acuerdo a cifras arrojadas por el INEGI, Aguascalientes ocupa el séptimo lugar nacional en cuanto a mujeres violentadas en espacios públicos después del Distrito Federal, Estado de México, Baja California, Jalisco, Chihuahua y Sonora. Precisó que con base en la ENDIREH 2011, la proporción de mujeres de 15 años y más que han sido víctimas de agresiones diversas en el espacio público es de 32%; los tres tipos de violencia en el ámbito comunitario son la intimidación, el abuso sexual y las agresiones físicas.
Para hacer frente a la problemática que enfrentan día con día las mujeres, precisó que el estudio realizado por Óscar Alejandro Chávez Rodríguez, tiene como objetivo visibilizar las problemáticas asociadas a la movilidad de las mujeres en la Zona Metropolitana, a fin de recomendar políticas públicas para mejorar la seguridad y minimizar el riesgo de sufrir agresiones y violencia comunitaria. “Las necesidades de movilidad de las mujeres son mucho más complejas que las de los hombres; requieren un uso más intensivo de los medios de transporte y del espacio público, esto las expone al riesgo de sufrir violencia en este ámbito de socialización”, puntualizó.
La titular del IAM enfatizó que la violencia contra las mujeres en el ámbito público es reflejo y continuidad de la violencia que se vive en el espacio privado. Subrayó que los actos o las amenazas de violencia, infunden miedo e inseguridad en la vida de las mujeres e impiden lograr la igualdad, el desarrollo y la paz; tiene costos sociales, sanitarios y económicos elevados para el individuo y la sociedad. “La violencia en el espacio público implica limitantes para las mujeres en el ejercicio de su ciudadanía, si no es abordada correctamente, se multiplicarán las acciones defensivas y de estrategias individuales que implican mayor restricción de movilidad. Los riesgos de sufrir violencia en el ámbito de la comunidad son mayores para las mujeres y las niñas que habitan en los asentamientos periféricos de menores ingresos de las ciudades”, señaló.
Para hacer frente a este problema, el Instituto ha propuesto implementar como piloto un programa para introducir autobuses “rosas” en horas pico y corridas nocturnas hasta las 21:00 horas, en las rutas 43 y 50, además de incluir una tarjeta electrónica con tarifa preferencial para mujeres cuando viajan acompañadas de sus hijos; y permitir la modificación del trayecto después de las 20:00 horas, para acercar a las mujeres que transitan en camiones urbanos a su destino final.
“Además, es fundamental implementar un sistema de interconexión del transporte urbano que permita a las usuarias realizar todos los trasbordos necesarios durante un tiempo determinado, mediante el cobro de una sola tarifa. Por seguridad es importante priorizar la iluminación de banquetas y tener iluminación adecuada en todas las paradas del transporte público, así como conectar los tramos aislados de la Línea Verde”, precisó.