Uno de los problemas que los jóvenes pasan en el transcurso del ciclo escolar es el bullying, el problema que se ha intentado acabar y no se ha podido por depender de que educación se le ha inculcado al joven, pero lo que preocupa es que este problema ha causado miles de suicidios por la presión que el joven pasa ante sus compañeros, por lo que se debe acabar con este problema con la educación familiar

El bullying o acoso escolar, es uno de las afectaciones que viven algunos niños y adolescentes y puede generar diferentes grados de afectación, como depresión, fobias, trastornos del estado de ánimo, incluso pensamientos suicidas, dependiendo de la forma y el entorno en que se presente, señaló el Psicólogo Clínico del IMSS en el HGZ 01, Edgar López Reyna.

Indicó que por ello, es necesario tener una comunicación efectiva y acercamiento con los hijos, aunado a la coordinación y atención de autoridades en los planteles educativos para prevenir que niños y adolescentes sean víctimas de bullying o acoso escolar.

Agregó que de cada 10 pacientes que acuden a consulta, 2 o 3 son a consecuencia de este problema y para contrarrestar las afectaciones en el menor, es importante la atención terapéutica como mínimo seis meses con participación oportuna de padres y maestros.

Edgar López abundo que esta dominación verbal, psicológica o física provoca miedo, retraimiento o falta de interés del menor por asistir a la escuela, aunado a otros padecimientos como dolores físicos, principalmente de cabeza o estómago.

Manifestó que es importante buscar ayuda psicológica para el menor que pueda ayudarlo a enfrentar este tipo de agresión, así mismo, generar la confianza y una buena comunicación entre padres e hijos, así como estar alertas a los focos rojos como cambios de conducta, cambios de estado de ánimo o la pérdida de interés en la escuela ya que son alertas que indican que probablemente son víctimas de bullying.

El especialista dijo que también es necesario que se reporte la situación a las autoridades educativas para que no se sigan presentando el abuso  y con ello evitar que incrementen los problemas emocionales de los menores de edad, o que puedan ser cambiados de institución educativa.

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