La noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, se registraron enfrentamientos en diferentes puntos de la ciudad entre normalistas de Ayotzinapa, la policía municipal y sicarios del grupo Guerreros Unidos, mismos que dejaron un saldo de seis muertos, 25 personas heridas y 43 normalistas desaparecidos.
60% de los homicidios del estado se cometen en Acapulco.
El grupo del crimen organizado no era tan conocido en ese momento, de alguna manera había logrado permanecer en bajo perfil; sin embargo, a partir de los hechos de Iguala este cártel quedó bajo los reflectores de la opinión pública nacional, sobre todo por su relación con el alcalde de esa ciudad, José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda.
También con lo ocurrido se demostró que la policía municipal de Iguala y la del vecino municipio de Cocula estaban a las órdenes del grupo Guerreros Unidos.
A pesar de que los principales líderes del grupo delictivo han sido detenidos y muchos de los sicarios tuvieron que salir huyendo de la ciudad de Iguala, este grupo a casi dos años, sigue teniendo presencia en esta ciudad.
Para el secretario de Seguridad Pública de Guerrero, el general Pedro Almazán, Guerreros Unidos aún tiene presencia en Iguala:
Este cártel de alguna manera todavía tienen presencia en la ciudad, alguna actividad, siguen operando, las disputas entre estos grupos serán permanentes hasta que desaparezcan los motivos que los mueven. Para ellos las ciudades importantes son un foco de atención, Chilpancingo, Iguala, Acapulco, etc. y esto será motivo de disputa para ellos."
En estos días en la ciudad de Iguala la Policía Estatal está dando seguridad.