El derecho humano como es el acceso al consumo de agua potable por parte de toda la población se ve alterado puesto que en ciertas zonas se encuentra privatizado y es complejo abastecerse. Cada vez en mayor medida son las empresas embotelladoras las que posibilitan el abastecimiento pero perjudicando a aquella población con menos recursos.

Javier Bogantes Díaz, presidente del Tribunal Latinoamericano del Agua, aseguró que la seguridad hídrica se está perdiendo en varios países de América Latina, porque la población depende en gran medida del agua embotellada.

"En algunas ciudades de México, por ejemplo, los ciudadanos no confían en el líquido proveniente de la tubería porque piensan que está en riesgo su salud", resaltó en entrevista con Notimex en el marco de la Novena Audiencia Pública del Tribunal Latinoamericano del Agua.

Refirió que el agua debe verse como un derecho humano o bien social, y no como un bien mercantil, como ocurre hoy en día. En este sentido quiso remarcar: "Esto impide proteger algo que es fundamental: el acceso al agua para toda la población".

Aseguró que el agua contaminada y el desabasto son causa de las llamadas enfermedades hídricas, como la hepatitis y tifoidea y cada año, los países destinan millones de dólares para atender afecciones de este tipo por su falta de preocupación, lo cual podría evitarse al dar acceso al agua potable.

Bogantes Díaz comentó que en países como El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica hay tensión porque discuten leyes para "privatizar aún más el acceso y abasto del agua".

A su decir, si bien una ley es una guía para mejorar la calidad del agua, ésta no solucionará los problemas en América Latina respecto al consumo. Eso se debe, acentuó, a que los Estados están dejando el abastecimiento del agua de la población en manos de las embotelladoras. "Es algo que perjudica en gran medida a las poblaciones más vulnerables".

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