"De esta situación, la industria automotriz estadounidense saldrá menos bien, más débil y más cara". Así respondió el ministro alemán de Economía y vicecanciller del gobierno de coalición, Sigmar Gabriel a las amenazas de Trump de imponer un impuesto fronterizo del 35% a los autos que la marca BMW ensamble en la planta construye en México y exporte a Estados Unidos.